martes, 24 de abril de 2012

Las motos reclaman su propio espacio en las ciudades




El parque de motocicletas se ha duplicado en la provincia de Valladolid desde 2005, pasando de 13.545 motos a 25.076 en la actualidad lo que ha creado dificultades de aparcamiento fruto de una deficiente planificación urbana.

Un conductor enojado se dirige a un agente de la ORA. Le dice que tendrían que multar a las motos mal aparcadas en la zona azul. Verdad a medias. Es cierto que hay muchas motos estacionadas en zona azul, pero también lo es que tienen derecho a hacerlo si los aparcamientos reservados para ellas están llenos. Y los dos que circundan la Delegación Provincial de Hacienda, en las calles Gamazo y Dos de Mayo, están repletos.

Valladolid, o más concretamente el centro de la ciudad, se ha vuelto un lugar complicado para los conductores de motocicletas. En el 2005 había censadas 13.545 motocicletas en la provincia de Valladolid, según datos de la Dirección General de Tráfico. En el 2011 (diciembre) se contabilizaron 25.076. Muchas de ellas pertenecen al alfoz, y se desplazan diariamente a la ciudad. El crecimiento exponencial del parque de motos y ciclomotores, especialmente cuando hace unos años se aprobó la convalidación de los carnés A1 para los conductores con el permiso B de coche, ha venido acompañado de un esfuerzo por parte del Ayuntamiento a la hora de crear plazas de aparcamiento específicas. «Llevamos bastantes años apostando por crear aparcamientos de motos, es algo visible, como también que están casi siempre llenos, aunque a algunos les cuesta todavía un poco», explica el concejal de Movilidad, Manuel Sánchez. 

Aceras especiales para impedir los aparcamientos de motos
 en calles emblemáticas de las ciudades. Foto: Granada
La ordenanza municipal recoge que está prohibido aparcar sobre las aceras, algo que en otras ciudades se permite en casos donde el ancho de la acera es superior a unos determinados metros. El Ayuntamiento de Valladolid no lo va a hacer, asegura Sánchez. «En algunas aceras hemos permitido aparcar, en Recoletos y otros puntos concretos donde había problemas». Son zonas, sin embargo, en las que el tránsito de coche es escaso o nulo, como la Plaza de la Libertad con Portugalete. Y por si hay alguna duda, el concejal advierte: «Por ahí no vamos a ir. Tenemos que regular zonas muy amplias, como Recoletos, cuando no puedes tener un aparcamiento específico de motos». 

Aparcar en las aceras

El conflicto llega cuando en algunas zonas, principalmente barrios, sí se permite a las motos aparcar en las aceras y en el centro no. O más bien habría que decir que en unas se hace la vista gorda y en otras no. Algo que queda abierto al criterio del policía que pase por allí en ese momento. «En un barrio molesta menos, aunque está mal aparcada, y le pueden sancionar igual, pero en el centro, donde hay mucha más gente transitando, hay que ser más cautelosos», reconoce Manuel Sánchez. «La Policía de barrio conoce la zona, sabe cómo tiene que actuar», defiende.

Granada: acera habilitada para aparcar motocicletas.
Ante la duda, incluso con la recomendación de la propia Policía Municipal, muchos moteros dejan sus monturas en la zona azul. Y ahí es donde surge la queja de los conductores de turismos. 

"Algunos motoristas, aunque no puedes generalizar, aparcan en el sitio de un coche, se ponen en el medio, por miedo a que les tiren la moto si aparcan entre dos vehículos, y los ciudadanos que buscan aparcamiento para el coche se molestan porque ven una moto, que no paga ORA, en esas condiciones... Y quizá haya que regularlo porque no puede ser", dice. La regulación no es sencilla. Barcelona ya quiso hacerlo, pero se encontró con muchas trabas legales.

Otra posibilidad que no contempla el Ayuntamiento es la de permitir que las motos circulen por el carril bus. Aunque no hay demasiadas zonas en la capital, salvo el Paseo de Zorrilla, principalmente, el concejal de Movilidad ve demasiado riesgo en permitir que las motos circulen entre los autobuses y los taxis. 

Instalar zonas de prioridad de paso para motos

A petición de El Norte, Manuel Sánchez consultó con los técnicos municipales una de las propuestas de los lectores, la posibilidad de instaurar zonas de prioridad de paso en los semáforos para las motos en algunas avenidas de la ciudad, al estilo de lo que ya se hace en Sevilla o Granada. Se delimita una zona, siempre en calles de doble vía para cada sentido, entre el paso de peatones y la primera fila de vehículos. Con el tráfico parado, las motos pueden acceder a ella para salir en primer lugar cuando el semáforo se ponga verde. 


"Lo estudiaremos, veremos si quizá se puede hacer un plan piloto en alguna zona, puede ser la avenida de Salamanca, por ejemplo", se comprometió el concejal tras hablar con los técnicos. «Me advierten –añadió– que funciona bien pero también conlleva otros problemas, como que se cuelen ciclistas o motos de pequeña cilindrada que luego tardan más en arrancar y crean más nerviosismo en los conductores... Pero lo estudiaremos», asegura. 

Una de las reivindicaciones de los moteros tiene que ver con las barreras arquitectónicas que aún existen en la ciudad, como el guardarraíl de la calle Recondo o el decorativo de la plaza Zorrilla. Manuel Sánchez no considera que haya demasiadas zonas conflictivas en Valladolid. «En la calle Recondo, con el soterramiento del ferrocarril se va a cambiar todo», dice. "En obra nueva siempre se tiene muy en cuenta todo lo de la seguridad de las bicis y de las motos, y también se mira la posibilidad de incluir, aprovechando cualquier reforma, más aparcamientos para motocicletas", dice.

Y por lo que parece así va a seguir siendo, al menos en el asunto de los aparcamientos específicos, que crecen en número pero que siguen siendo insuficientes incluso en épocas como la actual, con bajas temperaturas y lluvia, cuando muchas motos se quedan en casa. Con el buen tiempo, el problema se recrudece. Y seguramente la queja del conductor al agente de la ORA vuelva a producirse en parecidos términos, porque la expansión de las motos no tiene vuelta atrás.

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