Yamaha lanza al mercado la X-MAX 400 como arma anti-Xciting.
El mercado de scooter de gama media es un hervidero en el que las marcas tratan de tener sus productos lo más actualizados y competitivos posibles. Y nos les falta razón, ahora que el grueso de las ventas se centran en este segmento.
La marca de los diapasones nos tiene acostumbrados a unos altos niveles de calidad, percibida y real. Aunque habrá que esperar a ver la aceptación por los usuarios en un producto con un diseño evolucionado desde la familia X-MAX que cuando menos resulta "cuestionable".
Pero en los scooter, con su eminente vocación urbana, no todo es diseño. También importan y mucho, las prestaciones, agilidad y practicidad.
El nuevo motor monocilíndrico de 400 cc ofrece un 54% adicional de potencia (31,5 cv @ 7.500 rpm), y un 60% más de par motor (3,3 kg @ 6.000rpm) que la X-Max 250.
Y todo con un peso contenido de 211 kg para no comprometer su agilidad entre el tráfico urbano, ni sus prestaciones. Yamaha promete una velocidad máxima de 150 km/h.
Y todo con un peso contenido de 211 kg para no comprometer su agilidad entre el tráfico urbano, ni sus prestaciones. Yamaha promete una velocidad máxima de 150 km/h.
Bajo el asiento disponemos de 50 litros, espacio suficiente para dos cascos integrales. Y el equipamiento se completa con luces LED para intermitentes y luces de posición, ordenador de a bordo y con el siempre recomendable ABS, disponible en opción desde finales del 2013.
Precio: 5.799 euros para la versión estándar sin ABS.
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