Los hechos ocurrieron tras discutir con su novia, a la que rompió el móvil y amenazó para que no hablara con los policías, antes de negarse a ser identificado por los mismos.
La Policía Nacional ha detenido a un joven de 19 años por golpear y romper los espejos retrovisores de tres coches y empujar varias motos, tirando dos de ellas al suelo, después de mantener una fuerte discusión con su novia, a la que amenazó para que no hablara con los agentes cuando estos llegaron al lugar.
Los hechos, según ha informado este miércoles la Policía, ocurrieron el pasado 31 de marzo, cuando A.B.M. fue arrestado como presunto autor de un delito de daños y otro de resistencia a la autoridad.
El acusado, al que constaba una detención anterior por malos tratos y quedó en libertad con cargos, encartado en juicio rápido, está acusado de emprenderla a golpes con varios vehículos estacionados en la calle Gómez Oreña. Además, insultó a los agentes y se resistió a ser identificado.
El suceso se produjo sobre las 4.40 horas, cuando la sala del 091 recibió una llamada avisando de que un individuo estaba golpeando los vehículos aparcados en la citada calle, fracturando los espejos retrovisores de los mismos. Además, había empujado varias motocicletas arrojando al suelo dos de ellas.
La dotación policial se desplazó hasta el lugar, localizando en la Plaza de Pombo a un chico que coincidía con las características aportadas por los testigos. El joven estaba junto a su novia, que se encontraba llorando y que reconoció haber tenido una fuerte discusión con su pareja, en el transcurso de la cual le había roto el teléfono móvil al tirarlo contra el suelo.
El joven comenzó a amenazar a su novia para que no hablase con los policías, refiriéndose a éstos con calificativos ofensivos, que dijo poder utilizar "porque en España hay libertad de expresión".
Mientras, otra patrulla policial se desplazó hasta la calle Gómez Oreña, comprobando los hechos denunciados, que afectaban a tres vehículos, cuyos espejos retrovisores estaban fracturados, y dos motocicletas que se encontraban tiradas en el suelo.
Entonces el joven volvió a proferir expresiones vejatorias hacia los agentes, entorpeciendo la labor policial, respondiendo con más violencia, dándoles de manotazos, por lo que se procedió a su detención.
El estado de agresividad no cesó ni durante el traslado a las dependencias policiales, dañando también el acusado el vehículo policial. Los propietarios de los otros vehículos afectados fueron localizados y citados para juicio rápido como perjudicados.
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