jueves, 7 de noviembre de 2013

Pol prueba un monoplaza de la World Series y se estrella en Montmeló


El piloto español del equipo Tuenti, Pol Espargaró, que se proclamó en Motegi  campeón del mundo de Moto2, perdió el control de monoplaza que pilotaba y se estrelló contra un muro de contención. Espargaró comentó tras la experiencia que "por ahora no la repetirá".

Pol ha comprobado en sus propias carnes que pilotar un monoplaza de la World Series no es lo mismo que en una máquina de Moto2. Cuando llevaba menos de 5 vueltas al circuito, perdió el control del coche y se estrelló lateralmente contra el muro de contención.

Pol comentó ilusionado a su llegada al circuito:

 "Esto es algo completamente nuevo para mí y que no he hecho nunca. Tenía muchas ganas de hacerlo y de probar un monoplaza. Será una experiencia nueva y quiero tomármelo con calma, aunque es muy importante para mí.

Esto es una verdadera 'bomba' (WS Renault 3.500 cc y 530 caballos) y le tengo muchísimo respeto. Sólo ver lo grande, lo ancho y lo largo que es el monoplaza ya te hacer sentir ese respeto, pero vengo a disfrutar, pasarlo bien y dar algunas vueltas. Y veremos lo que pasa el año próximo con la moto GP".

La idea de pilotar un monoplaza surgió tras la apuesta contraida con su jefe de equipo, el ex piloto "Sito Pons", que también tiene su propio equipo en las World Series, el "Pons Racing".

Tras el susto con el monoplaza Pol ha reconocido el joven piloto:

"Estoy tan blanco como el mono que llevo puesto. Aún no sé lo que ha pasado. He frenado mucho, he acelerado mucho; esto es algo muy espectacular.

He acelerado, he hecho un trompo y he ido justo a tocar el muro y allí me he quedado. He intentado no dar de lleno y he golpeado con el lado izquierdo. Esto no lo cambio por las motos porque conducir un coche de estos es muy difícil y totalmente diferente a pilotar una moto. El coche acelera mucho, frena muy fuerte, y la sensación en el paso por las curvas es muy 'bestia', he visto el muro muy cerca y no he sabido como salir de ahí, se me acumuló el trabajo y no pude responder. Solamente me repetía a mi mismo: "Que no toque la pared, que no toque la pared". La verdad es que me he cagado.

La sensación del pilotaje es muy diferente a la de una moto, pero también muy grata aunque, por ahora no voy a repetirlo".

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